¿Alguna vez te has preguntado cómo se hace una callera?
Antes de nada, queremos aclarar algo que para nosotros es muy importante: aquí no fabricamos, confeccionamos.
PICSIL cuenta con una nave en Navarra (España) donde confecciona artesanalmente sus calleras, cuidando cada detalle del proceso. Desde este espacio propio, el equipo trabaja cada pieza a mano, combinando tradición, experiencia y pasión por el deporte.
Y no es solo una cuestión de palabras. Es una cuestión de filosofía, de cómo entendemos nuestro producto y del valor que tiene lo que hacemos. En esta nave, no salen productos en serie: salen calleras con alma.
Cada una de ellas es única, porque pasa por las manos de al menos cuatro personas: la que corta, la que pinta, la que cose y la que empaqueta. Cada persona aporta su cuidado, su precisión y su parte de cariño en el proceso.
Y eso es precisamente lo que nos diferencia de otras marcas: nosotros no compramos productos hechos, los creamos. Esa es nuestra esencia, y es lo que hace que cada callera que sale de esta nave tenga una historia detrás.
Así que, cuando veáis una callera PICSIL, pensad que detrás de ella hay trabajo, dedicación y un equipo que pone el corazón en lo que hace, aquí mismo, en España, en Cintruénigo (Navarra). Eso es lo que nos hace únicos.
Nuestro proceso de confección paso a paso
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Llega el cuero virgen
Recibimos los rollos de cuero totalmente en bruto. Aquí empieza todo, desde cero. Cortamos el cuero en la forma exacta que va a tener cada modelo. Este es el nacimiento físico de la callera. -
Pintado y ensamblado
Tras cortar el cuero, se pinta y se deja reposar para fijar los colores. En paralelo se corta el resto de materiales y se monta el conjunto, dando forma a la callera. -
Unión final
El cuero pintado se une con el velcro terminado y su anilla. En este momento, la callera queda completa. -
Empaquetado final
Revisamos cada callera, la colocamos en su caja, añadimos flyers, bolsa mesh y muñequeras.
Así, lo que empezó siendo un trozo de cuero virgen se convierte en un producto PICSIL con identidad, calidad y alma.
¿Por qué nuestras calleras son especiales?
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Cada pieza es única.
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Materiales resistentes y de alta calidad.
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Proceso artesanal realizado en Navarra (España).
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Hechas con corazón y dedicación.
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Diseñadas para que cada atleta sienta confianza y seguridad en su entrenamiento.
Hacerlo aquí, en España, nos permite controlar cada detalle y garantizar la calidad. Cada callera que llega a tus manos lleva consigo trabajo, cariño y el orgullo de un equipo que vive y respira PICSIL.
